SÍNDROME DE LA IMPOSTORA: EL VENENO SILENCIOSO QUE FRENA TU NEGOCIO (Y CÓMO CALLARLO)

¿Sientes que no eres suficiente para cobrar más, lanzar ese servicio o grabar ese video?
Esa voz que dice “¿y si no funciona?”, “¿quién soy yo para hablar de esto?”, “hay gente que sabe más que yo”...
No es real.
Es el
síndrome de la impostora, y hoy lo vas a desenmascarar.
¿Qué es el síndrome de la impostora?Es una creencia subconsciente que te hace sentir que no mereces tus logros, que no estás lista o que te van a descubrir como fraude en cualquier momento.
Y lo peor: no importa cuánto hayas estudiado, trabajado o avanzado...
La vocecita sigue ahí.
Es el veneno silencioso que paraliza lanzamientos, sabotea precios y bloquea visibilidad.
¿Cómo se instala esa voz?Imagina esta escena: Una coach brillante, con años de experiencia, ayudó a más de 100 personas a transformarse.
Pero cuando tenía que subir el precio de su programa…Dudaba. Se justificaba. Decía: “No sé si valgo eso.”
¿Por qué?Porque en algún momento su mente ancló éxito con riesgo.
Tal vez alguien le dijo “no te creas tanto”, o la compararon con alguien “mejor preparada”.
Y esa emoción quedó atrapada en su sistema.
Así funciona tu mente con PNL: asocia emociones con decisiones.
Si cada vez que te expones, sientes miedo, tu cerebro graba: exponerme = peligro.
Entonces… mejor me escondo. Mejor cobro menos. Mejor no lanzo.
¿La solución? Reentrenar esa asociación.
No se trata solo de motivarte.
Se trata de crear un nuevo anclaje mental que refuerce tu poder personal cada vez que esa voz aparezca.
Ejercicio práctico: afirmación anclada en 3 pasosHaz esto todos los días por 7 días, en la mañana o antes de una acción importante:
1. Elige tu afirmación personal y poderosa.Ejemplo: “Estoy lista. Lo que tengo para dar transforma vidas.”
2. Asocia la afirmación con un gesto físico.Aprieta tu puño derecho o toca tu pecho con firmeza. Lo importante es repetir siempre el mismo gesto.
3. Cierra los ojos y repítela 3 veces con respiración profunda.Visualiza el momento en que tomas acción con seguridad. Siente la emoción de logro antes de que pase.
Este gesto se convierte en tu interruptor.Cada vez que la impostora quiera hablar… activa tu ancla y responde tú.
Esa voz no se va sola. Pero sí se puede reeducar.
-Hoy no negocias con tu impostora.
-Hoy tomas acción aunque ella grite.
-Hoy refuerzas una nueva voz: la de la mujer que ya es suficiente, ya está lista y ya merece cobrar más.
Únete a mi comunidad en WhatsApp y recibe tips exclusivos.